lunes, 6 de julio de 2009

Caro: 1 Estadística: 0

Estoy confundida. No entiendo muy bien de que lado estoy. Confundo fantasía con realidad. Y a veces creo que no estoy del lado de ninguna. Alguna vez me propuse ser una persona "de bien", con objetivos claros, pensé seriamente en replantearme si debía seguir con mis hábitos de adolescente y ponerme firme con las responsabilidades. Pero... la vida te da sorpresas. Conocí tantos adultos irresponsables como caracoles en la playa. Presencié diálogos de adultos tan ingenuos e inmaduros en los cuales la necedad y la ignorancia se congraciaban con mis anhelos de seguir siendo así... tan imbécil como siempre. Durante mucho tiempo pensé que la realidad era esa... ser ignorante era parte del mundo de los adultos, nadie podía discutir algo que un adulto, en su calidad de tal, opinaba cual Oráculo.

Yo creí que todos mis pensamientos eran cosa de púber rebelde que no sabe lo que quiere.

Hasta que crecí... dejé de ser puber, dejé la adolescencia... y me encontré con que seguía pensando que aquellos adultos importantes eran tan o más miserables que yo.. y que la realidad que era ya no estaba, que yo también estaba en la misma condición de adulta... y seguía sumándome al adulto ignorante de mi niñez.

Cuando quise cambiar, me preguntaron para qué estudiaba, por qué discutía, de qué me quejaba... Y la respuesta siempre fue la misma: "Porque no quiero ser como vos" "Porque algo tiene que cambiar"... Muchas veces se los decía en la cara, otras, me callaba, y muchas otras, les dí la razón, porque es inútil discutir con un necio:podría no notarse la diferencia.

No soy nadie. Lo que sé, lo sé por leer o porque alguien me lo dijo. Tal vez por alguna experiencia. Pero estoy segura de que sigo buscando discernir fantasía de realidad todo el tiempo. Y puede parecer a simple vista algo sencillo, de sentido común.

Infinidad de veces tuve ilusiones ópticas de cosas que eran irrefutables. Infinidad de veces algunas cosas que creí totalmente de órden fantástico... terminaron siendo filosofías de vida, efectos de causas totalmente reales y concretas.

Daba lo que no tenía por alguien que decía ser mi amigo y terminó siendo el abogado del diablo.

Me gané una cerveza en un boliche... entre 1000 números posibles!! Las probabilidades estuvieron de mi lado una vez en la vida... pero me gané UNA CERVEZA!

1 comentario:

  1. Es muy bueno Cari!
    Lo del abogado del diablo...
    A todos nos ha pasado, y mas de una vez

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